Elizabeth

Una ola tambaleo el barco, y la cuna del bebè llego hasta el otro lado de la habitacion. Me levante de el las almohadas que usaba de cama y corri asta donde el bebe dormia tranqilamente. Lo levante en mis brasos y volvi a sentarme en mi rincon. Acunando a la dulce criatura con los brasos esta se estremecio un poco. Parecia que estaba metida en un hermoso sueño, al mirarla mi mente se inundaba de hermosos pensamientos aunque mi corazon se aceleraba al acordarme de que no estabamos en un hermoso sueño, al contrario, estabamos en el medio del mar sin comunicasion, perdidos en una tormenta.