Aquella noche revivi muchos recuerdos en mi mente, viendo
las miles de fotos que se tendían en la mesa. Mi primer recuerdo de falsedad,
esa sonrisa en la foto abrazando y pensando “me da lastima”; la primera vez que
me pidieron que fuera su novia en un pelotero, dude y dije que no tímidamente y
se me ofreció el amigo, a pesar de mi forma de ser bastante masculina, las
personas se sentían atraídos hacia mi y no lo aceptaba aunque me lo dijeran; en
el jardín un chico que rechase como me habían rechazado a mi; la primera vez
que me dijeron que era linda, sin que fuera mi madre, cuando estaba 8 kilos
bajo mi peso ideal. Mi dolor y mi sufrimiento detrás de las sonrrisas, el
resentimiento. Mi mirada a los 2 años era tan penetrante como ahora. Hermosas
niñas riendo. Mi forma de alegrarme y de enojarme era la misma, seguía teniendo
los mismos gestos. Mis primeros libros de lectura a placer. La ropa eran
simples arapos inconvinables. La entrada a mi destrucción mental, a la destrucción
a mi sonrisa, cuando empiezo a ser rodeada por personas que solo valoran la
vestimenta y los peinados, las prendas de marca y los chicos lindos. Como
empese a odiar a los humanos, como recivi desprecio y falsedad, como nadie quería
acercarse a mi y cuando lo hacían era para hablar a mis espaldas, como empese a
cambiar para satisfacer a los demás sin éxito alguno. Como empese a buscar
apollo en la música, desesperadamente buscaba un humano que no me odiara. Al
encontrarlo a travez de internet un chico que iluciono mi inocencia, que
mostraba indiferencia ante los pensamientos de los demás, pero a la vez no salía
de la forma de ser de mi entorno. La primera vez que rompieron mi corazón, o
algo por el estilo, pero gracias a el logre agarrar las riendas de la vida. A pesar
de conservar muchas cosas de mi niñes, también cambie muchas, ya tengo muy
claro que la fasedad no es el camino a nada, no quiero ni cerca ni al alcance de
mi vista personas que hablen por atrás y si lo están prefiero qe me teman, que
me teman por ser indiferente a sus vulgaridades y ser sincera y directa.
Tambien se que no voy a cambiar para nadie ni para nada mas que si yo de verdad
siento que quiero ser de otra forma, a las personas que les agrade les voy a
agradar por mi forma de ser y no por mi forma de vestirme o cuan delgada me
veo. Prefiero la soledad aunque la sufra antes que la mala compañía, algo que
mi madre no aprueba, pero no me importa. Aprendi que no hay que confiar
ciegamente y que la música es algo que se siente que te llena que te trasmite
los mas alocados sentimientos. Por todas estas enseñanzas que me dio la vida,
me siento fuera de mi cuerpo, como si mi alma se ubiera separado de lo físico.
Algo que nunca voy a cambiar
Es no rendirme.
Aunque me pateen
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